Esa era mi casa de Belgrano.
Las cortinas blancas de mi cuarto.
Mi inmenso cuarto con tres placares.
Mi puerta de madera y mi piso de parquet.
El nido de pajaros del arbol.
El sonido de las chicharras en el verano.
Mi infancia y mi adolescencia.
Su casa al lado de la mia.
Nuestro juramento de amor por medio de mi ventana.
Todo parece tan lejano y solamente pasaron 5 años.