There is so much beauty in this world...

jueves, 16 de octubre de 2014

Puedes imaginar cuantos años de mi  los pasé recordándote? Cuantas noches lloré al no conseguir explicación alguna? Cuantas veces quise gritarlo?
 Todas esas preguntas desencadenaron en una dolorosa adolescencia en mí, busqué la muerte en cada situación, pero ella huía de mí. No hubo una noche en la que no recordara, con ese cuerpo tembloroso, frágil, culpándome y con ganas de tener una vida normal…  pero, no fue posible pedir eso en su momento.
Después de varios años de aquella historia, me armé de valor, te busqué en las calles y en mis sueños, solo con la intención de mirarte a los  y mostrarte a la  que se protege, a la que tanto dolor le causaste.
Pero, sabes que? Sin esta historia jamás habría logrado ser la mujer que hoy te escribe, valiente, sincera y profesional. Vivir con este secreto me llevó a tocar fondo y buscar mis propias armas para lograr salir, sin nadie … porque me enseñaste que los secretos no se cuentan y que esto era solo entre vos y yo.
Mi vida nunca fue normal, desconfié de  aquel que se acercara, es por eso que hoy tengo a mi lado las personas correctas, maravillosas y únicas.
Soy consciente de que estas cosas jamás se superan,  que lo tengas , son cicatrices que tu mente insiste mantener, por eso nunca se olvidan, están marcados en tu corazón y en cada instante de tu vida.Solo aprendes a vivir con el recuerdo, lo tenes presente y aprendes una y otra vez a vivir con ello. Pero aprendes a vivir.
Por esto, te perdono… todos tenemos un propósito en la vida y siento que el mío fue aprender a perdonar de la forma más dolorosa. Sé que cometiste muchos errores y como los pagaste uno a uno, es por eso que este error que tenemos pendiente hoy lo cancelo, te dejo descansar en paz, porque ningún dolor es inmenso y nada es imposible, porque gané una hermosa vida y  porque hay una probabilidad gigante de que hayas tenido mi misma historia.

Así que Adiós mi querida persona importante.

lunes, 13 de octubre de 2014

No me sirve gris, me gusta blanco o negro. Doy tanto como espero: todo o nada. De mi estatura aprendí que solo debo esperar cosas grandes. No nací "Común y corriente". Pediré tanto como pueda dar, pero no exigiré nada. Si algo no me sirve, lo tiro, si un amor no me llena, lo derramo.
Me quedo con mi lógica cincuentera del amor, porque es de eso que soy testigo. No me sirve la palabra de hombres a los que en lugar de hombría, sólo les quedan hormonas.
No importa a cuántos tenga que enseñarle el verdadero significado de corresponder. No esperaré que me quieran porque sí, pero no aceptaré las dudas ni los peros. Me haré querer como soy, sin esfuerzos de ningún tipo. Al final, no importa que él ahora sea un galán de película como el que yo siempre quise, que el otro no dude tan fácil de lo mucho que ella le gusta y que el último no cambie una Margarita por un ramo de rosas. No importa, porque lo más importante, es no haberme conformado con sus escalas de grises, haber tenido los cucos puestos para sostener un NO, sencillamente porque me merezco lo mejor, uno acepta el amor que cree merecer...

domingo, 5 de octubre de 2014

Hay instantes en la vida en que creemos haber caído en un agujero oscuro y profundo del que no lograremos salir jamás, como si una bomba hubiera estallado sobre nosotros y hubiese destrozado nuestras vidas con un toque ligero y limpio. Todo lo que hemos vivido hasta ese momento se derrumba, se destruye, desaparece de la faz de la tierra, y entonces nos preguntamos qué va a ser de nosotros, cómo vamos a hacer para volver a sonreír. Lo peor de todo es que salimos a la calle y vemos que la gente sigue riendo, los niños siguen jugando en el parque, las parejas siguen besándose como si no hubiera mañana. Nada ha cambiado, todo permanece igual, sólo vos estas distinta.

En ese momento dejas de creer en promesas, en la gente, solo te encerrás en tu mundo, donde solo es de dolor. Pasan los días y nos damos cuenta que no debemos ni podemos vivir de recuerdos, vamos dejando atrás eso que nos molesta, eso que dolió, ahora volvés a sonreír.


La cosa más insignificante puede cambiarte la vida. En un abrir y cerrar de ojos, cuando menos te lo esperas, ocurre algo por casualidad que te embarca en un viaje que no habías planeado, rumbo a un futuro jamás imaginado. Quien sabe a dónde te llevará, es la aventura de nuestra vida, nuestra búsqueda de la luz, pero a veces para encontrar la luz hay que atravesar las más profundas tinieblas.