Una vez me dejé llevar y no volví a verme.

Antes de decir algo, pensa como te sentirías si te lo dijeran a vos.

Soy como un libro. Aparentemente aburrido. Fácil de echar a un lado. No te das cuenta si esta o no ahí, pero una vez que lo abrís, te das cuenta que por cada pagina escondo un secreto, que no soy como pensabas y que soy mucho mejor de lo que las personas me quieren echar abajo.
Que tengo magia, que tengo imaginación, que estoy llena de inspiración y de acertijos, que soy un misterio, pero no lo sabes, porque soy de esa clase de libro que nadie lee.

Ahora entiendo esa dichosa frase “el tiempo no pasa en vano” los años te enseñan y todos los días se aprende algo.  A  que?,  a esquivar las penas, a ser feliz sin esperar nada.
Aprendes que no siempre se termina de conocer a las personas, que hay gente capaz de envidiar las desgracias ajenas.
Que comportamientos que me producían asco hoy solo me dan pena, que la humildad es un valor que pocos poseen.
Aprendes a valorar cosas que antes pasaban inadvertidas.
y entonces te das cuenta de que el día menos pensado puede ser mañana, entonces es cuando comenzas a disfrutar la vida sin penas,sin rencores. Porque el último viaje ha de ser liviano sin equipaje así que lo mejor es ir sin peso en la conciencia.