En noches donde que no quiero ir a casa, el conductor del taxi sólo evita los accesos directos.En la radio, el DJ y sus invitados quienes ríen tan facilmente, sólo hablan, sin poner música y la conversación se alarga. Normalmente no me gusta escuchar estas cosas, pero de cualquier manera no hay ninguna canción que quisiera escuchar. Siguen parloteando, así que mis pensamientos están en silencio.
Las risas estallan de palabras a las que no presto atención, viendo como incluso hasta cómo la inexpresiva cara del conductor empieza a reír. Supongo que es un dicho popular, una tendencia en estos días.
Quizás yo sea la única isla...
Poco después, alguien introduce una canción solicitada, una triste canción que solía gustarme mucho en un momento, me pregunto si esa persona está en un lugar donde pueda descansar por fin?.
Hay tantas cosas de las que me preocupo en estos días. Ni siquiera puedo emborracharme adecuadamente, pero no se trata de evitar reuniones sociales. Tal vez es porque probablemente no quiero estar sola...O es porque quiero que sea obvio que quiero estar sola?
La soledad es algo muy común para mí.
Es un interrogante que no quiero dejar para el final.
Pero para mi alivio, escucho una fuerte voz hablando por teléfono, supongo que los planes del taxista para salir a beber han sido cancelados. Cuelga y se queja porque está enojado. Mis ojos se detienen en la foto familiar pegada arriba del medidor.
Me pregunto si mi razón de vagar sin razón es porque no hay hogar, o ningún sitio donde ir O si es que hay demasiados pero nadie que me espere?
No sé desde cuando empecé a caer.
Pero en un momento, miro por la ventana y parece que ha estado lloviendo desde hace un rato. Hay charcos en la calle. Reflejados en ellos, veo carteles de neon para los accidentes de tráfico, en ese momento, por qué estoy recordándote?
Por qué empiezan a formarse lágrimas?
El número “1″ junto a la palabra “muertos”: me parece tan solitario.
La lluvia cae y mi corazón se vuelve resbaladizo.
